Costureta: un taller sobre ruedas que cose sostenibilidad, creatividad y comunidad
En tiempos en los que la moda rápida domina escaparates y hábitos de consumo, cuatro jóvenes del Campus Terra de la Universidade de Santiago de Compostela han imaginado una alternativa tan sencilla como poderosa: llevar la moda circular al corazón del rural gallego. Su proyecto, Costureta, ha recibido el segundo premio en el Terra Creative Jam 2025, un reconocimiento que celebra la innovación y el compromiso con un futuro más sostenible desde el territorio.
El Terra Creative Jam, organizado por el Campus Terra de la USC y la incubadora Lug Open Factory, es un evento de creatividad e innovación que durante dos días reúne a estudiantes, emprendedores y profesionales con un objetivo común: reinventar el rural.
A través de talleres, actividades y un intenso hackathon, los equipos participantes idean y desarrollan soluciones que abordan desafíos sociales, ambientales y tecnológicos en ámbitos como la economía verde, la educación inclusiva, el emprendimiento o la conectividad.
Transformar ropa olvidada
En este contexto nació Costureta, un proyecto que convierte el concepto de food truck en un taller itinerante de moda circular. Su propósito: recorrer los pueblos gallegos organizando actividades donde las personas puedan reparar, rediseñar y transformar ropa olvidada en el armario, dándole una segunda vida.
«Tomamos como referencia las food trucks, algo que utilizamos muy a nuestro favor para poder desplazar las herramientas y utensilios que se emplearían en los talleres», explican las creadoras del proyecto.
Más que una propuesta técnica, Costureta es una declaración de intenciones. En un mundo acostumbrado al usar y tirar, este taller móvil busca enseñar a las personas que no es necesario comprar constantemente para renovar el vestuario. «Queremos que la gente deje a un lado el consumismo al que tan acostumbrados estamos y enseñarles que no tienen que gastar y seguir tirando para poder conseguir prendas nuevas», señalan.
Una aspiración intergeneracional
Pero su ambición va más allá del reciclaje textil: el proyecto quiere tejer lazos entre generaciones. En cada parada, Costureta propone un espacio compartido donde jóvenes y mayores aprenden unos de otros.
«Creamos un ambiente de cercanía entre los más jóvenes y la tercera generación. Buscamos una actividad de ocio intergeneracional en la que todos puedan aprender o compartir conocimientos», destacan sus promotoras.
De este modo, la moda se convierte en un vehículo de educación ambiental, convivencia y transmisión de saberes, uniendo costura, sostenibilidad y comunidad.
El reconocimiento en el Terra Creative Jam fue, para ellas, una experiencia tan inesperada como ilusionante. «Fue algo muy gratificante; no nos lo esperábamos ya que nunca habíamos participado en algo así. Nos sentimos orgullosas al ver que las ganas que pusimos en el proyecto también fueron vistas por el jurado y que entendieron nuestra visión», confiesan.
Aunque por el momento no podrán continuar desarrollando el proyecto por falta de tiempo, aseguran que la experiencia ha sido «una lección de creatividad, trabajo en equipo y compromiso con el entorno».
Cuatro miradas complementarias
Costureta está formada por cuatro estudiantes del Campus Terra: Claudia González y Alejandra Rodríguez, ambas del grado en Bioquímica; Carla Dacosta, estudiante de Veterinaria; y Daniela Morgana Galano, de Educación Infantil. Cuatro miradas diferentes que se encontraron para coser un mismo hilo: el de la sostenibilidad y el respeto por los recursos.
En un evento donde la innovación se mide tanto por la tecnología como por el impacto humano, Costureta destacó por su visión cercana, práctica y transformadora. Su propuesta recuerda que la creatividad también puede viajar sobre ruedas, y que en cada hilo y cada puntada hay una oportunidad para cambiar la forma en que entendemos el consumo, la moda y el vínculo con el territorio.
Con proyectos como este, el Campus Terra reafirma su papel como motor de ideas para un rural vivo y sostenible, y Costureta deja tras de sí una valiosa lección: reparar es también una forma de crear futuro.