David Mateo Fouz: «Galicia posee una potencialidad inmensa en lo referido a recursos energéticos renovables de origen marino»
La conocida como transición energética, un de los principales frentes de batalla en la lucha contra lo cambio climático, tiene en los mares y en los océanos una inmensa fuente de recursos renovables e inagotables.
Sin embargo, su aprovechamiento a día de hoy aún tiene un largo camino que recorrer para alcanzar unos niveles de producción energética viables. Esto se debe principalmente a los múltiples desafíos técnicos que su implementación enfrenta, así como a ciertos sesgos a la hora de apostar por ciertas propuestas tecnológicas.
Por eso cobra tanta relevancia la puesta en valor de la labor de personas como David Mateo Fouz Varela, que en su día a día trabajan para el desarrollo y utilización de tecnologías innovadoras ubicadas en muchas ocasiones en un segundo plano, como es el caso de la undimotriz y la mareomotriz.
Investigador Predoctoral en el Área de Ingeniería Hidráulica del Campus Terra, David Mateo Fouz se encuentra actualmente en la última fase de sus estudios de Doctorado. Está pendiente de defender su tesis en la que explora nuevas metodologías para la planificación del aprovechamiento de las energías renovables marinas en zonas costeras, poniendo el foco sobre la energía hidrocinética, que resulta de la interacción entre las corrientes de marea y los aportes fluviales de agua dulce.
Hoy conversamos con él sobre su paso por el Campus Terra como lucense, sobre el futuro de Galicia en lo relativo a la producción de energías renovables marinas y sobre cómo compaginar la explotación de los recursos energéticos con la protección de los ecosistemas en los que se desarrolla.
-Comencemos por el principio. ¿Qué lo llevó a sumergirse en el mundo de la Ingeniería Hidráulica?
-En el transcurso de mi formación en Ingeniería Civil pude tener contacto con numerosas materias vinculadas a la Ingeniería Hidráulica, lo cual despertó fuertemente mi interés por ampliar mis conocimientos e intentar desarrollarme profesionalmente en este ámbito.
-Y para ello escogió nuestro campus. ¿Qué lo llevó a tomar esa decisión? ¿Como lucense, que significa para usted poder estudiar y trabajar en su ciudad en un campus de especialización de referencia como el Campus Terra?
-Una vez hecha esa primera toma de contacto, tuve la oportunidad de realizar mi Trabajo de Fin de Grado bajo la modalidad de investigación aplicada, colaborando activamente con el profesorado del área de Ingeniería Hidráulica, y pudiendo constatar su implicación en la investigación y en el fomento de la cultura científica (la cual tiene, en cierta medida, un peso muy importante dentro de esta disciplina). Esto fue, en gran medida, lo que hizo que tomara mi decisión.
Pienso que el Campus Terra tiene un papel muy destacado a la hora de hacer ciudad y provincia, y que actúa, en última instancia, como un catalizador de toda la actividad socioeconómica de su entorno. Para mí, primero formarme, y posteriormente trabajar en este Campus, pienso que supone una gran oportunidad para poder desarrollarme profesionalmente y a la vez contribuir a la generación de conocimiento y al desarrollo de mi tierra.
-Usted está adscrito al Grupo de Investigación GI-2084 CIGEO (Grupo Integrado de Ingeniería Civil y Geomática). ¿Cuáles son las líneas de investigación actuales del grupo?
-El CIGEO es un grupo con un marcado carácter multidisciplinar y, en consecuencia, aglutina diversas líneas de investigación, las cuáles se pueden agrupar en cuatro grandes ejes: Infraestructuras del Transporte, Geomática, Construcción Civil e Ingeniería Hidráulica.
-Usted formó parte del proyecto PORTOS (Ports Towards Energy Self-sufficiency), en el que se persiguió, entre otras cosas, el desarrollo de energías renovables marinas en la fachada atlántica europea. ¿Cuáles fueron los hallazgos de esta investigación?
-Teniendo en cuenta las sinergias entre recurso energético disponible, infraestructura existente y demanda energética que se da en las instalaciones portuarias, la mitigación de su huella climática resulta fundamental para toda la franja litoral donde, no cabe olvidar, reside un elevado porcentaje de la población mundial.
De este modo, en el marco del proyecto PORTOS, se realizaron diferentes estudios acerca de la integración de las energías renovables (tanto marinas como convencionales) en diferentes puertos de la fachada atlántica europea (en el caso de España, participaron directamente como socios del proyecto las Autoridades Portuarias de Vigo y Tenerife), persiguiendo, en última instancia, su autosuficiencia energética o, al menos, suplir una gran parte de su consumo a través de este tipo de fuentes de energía limpia y, en consecuencia, contribuir a la reducción de emisiones y a la mejora de la calidad del aire de este tipo de infraestructuras, que resultan fundamentales para la cadena de transporte y el desarrollo de la actividad económica.
Para ello, se llevó a cabo una detallada caracterización de los diferentes recursos renovables a través de diferentes técnicas, siendo la USC la responsable de, entre otras actividades, definir una metodología común para la modelación numérica de los recursos energéticos de origen marino, fundamentalmente undimotriz e hidrocinético. Una vez analizada la disponibilidad energética, los patrones de consumo y las infraestructuras existentes (así como sus posibles adaptaciones) en los diferentes puertos utilizados como caso de estudio, se diseñaron las alternativas más idóneas para la diversificación del mix energético de cada uno de ellos en base a la combinación de diferentes recursos renovables.
-¿En qué situación se encuentra Galicia con respeto a la producción y aprovechamiento de energías marinas? ¿Cómo se relacionan este tipo de prácticas con los ecosistemas en los que se desarrollan?
-Galicia posee una potencialidad inmensa en lo referido a recursos energéticos renovables de origen marino, aunque su grado de desarrollo está aún lejos de alcanzar la viabilidad comercial, ya que su explotación sigue suponiendo un desafío técnico y de ingeniería muy importante.
Además, hace falta destacar que existe una gran disparidad entre el grado de madurez de las diferentes tecnologías de conversión. Pensemos, por ejemplo, en la energía eólica marina, en la que la producción de aerogeneradores y plataformas flotantes es ya una realidad en el entorno de Ferrol (aunque mayoritariamente con destino al extranjero). Existe, además, una clara predisposición de la Administración por su puesta en marcha a través de la definición de zonas específicas de alta potencialidad recogidas en los llamados POEM (Planes de Ordenación del Espacio Marítimo) del MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico). Esto contrasta con la situación de, por ejemplo, la energía undimotriz, ya que, a pesar de encontrarnos en la región de la Península Ibérica con mayor potencialidad para su aprovechamiento, apenas se llevaron a la practica una serie de pequeñas iniciativas, siempre condicionadas por el reto tecnológico de la supervivencia de los dispositivos convertidores.
Además de componente tecnológico, avanzar en el desarrollo de este tipo de energías renovables pasa, ineludiblemente, tal y como en el caso de la eólica y de los POEM anteriormente comentados, por la definición de zonas adecuadas para su explotación, lo cual es un proceso siempre polémico y lleno de incertidumbre.
A este respecto, la investigación científica tiene mucho que decir, ya que este tipo de toma de decisiones solamente son abordables a través de enfoques multidisciplinares que conduzcan, en última instancia, a una Gestión Integrada de la Zona Costera. Esto entronca perfectamente con la respuesta a la segunda cuestión, ya que el desarrollo sostenible del litoral debe ser una máxima irrenunciable en su gestión, siendo necesario analizar detalladamente la coexistencia entre usos (ya existentes o potenciales), sin obviar que la producción de energía puede ser otro uso más del litoral, cuyo posible impacto sobre el ecosistema debe ser correctamente evaluado y tenido en cuenta en los procesos de toma de decisiones.
Para eso, debemos establecer prioridades y zonificaciones claras, que den repuesta a los principales debates socioeconómicos y medioambientales de cada región costera, estudiando la incorporación de nuevos usos de una manera sosegada y sin imposiciones.
En resumen, el fin último de este tipo de procesos no puede ser otro que armonizar la gestión del litoral, reduciendo así las posibles incertidumbres y fijando un marco legal claro que, en definitiva, contribuya a la movilización de inversiones por parte de los sectores público y privado.
-Además, usted también realizó estudios de caracterización de la hidro-morfodinámica de rías en relación con la producción de los bancos marisqueros. ¿Cuáles son las características hidro-morfodinámicas de Galicia para que nuestro territorio posea una gran riqueza en recursos marinos aprovechables?
-Las rías gallegas poseen unas características únicas para la producción de marisco, debido fundamentalmente a su baja temperatura y la alta concentración de nutrientes que se puede encontrar en ellas.
Esto es consecuencia de los procesos de afloramiento (o upwelling, como son conocidos en la literatura científica) que, aunque se han registrado a lo largo de todo el año, son habituales de la primavera y el verano (marzo-abril hasta septiembre-octubre). Durante estos eventos, los vientos procedentes del norte o noreste provocan que el agua superficial de las rías se desplace cara mar abierto, siendo sustituida por agua más fría y cargada de nutrientes procedente del Atlántico Norte, que asciende desde la plataforma continental y se introduce finalmente en el interior de las rías.
Estos fenómenos pueden verse modulados por la orientación de la costa, que modifica la velocidad del viento y su dirección. En el caso particular de las Rías Baixas, su alineación noreste-sudoeste hace que estos procesos tengan una elevada importancia, ya que su configuración es muy favorable para que el viento del noreste origine estas dinámicas.
-¿Qué factores pueden hacer que cambien estas dinámicas? ¿Cuáles serían sus consecuencias a nivel socioeconómico y medioambiental?
-Es evidente que el cambio climático y las presiones de origen antrópica pueden poner en peligro el funcionamiento y las dinámicas de los ecosistemas costeros. Sus consecuencias más directas pienso que ya son ampliamente conocidas (p.ej., cambios en la temperatura y nivel del agua, en el régimen de vientos, etc.), aunque existen otras que pueden pasar más desapercibidas, como la modificación de otras variables termohalinas como la salinidad del agua (pensemos en episodios de precipitación extrema como los vividos hace unos días en Valencia, que finalizan finalmente en el ecosistema costero), los cambios en el régimen del oleaje, cuyo nivel de energía se puede relacionar que presencia de determinadas especies como el percebe, etc.
Sus consecuencias para la Galicia Atlántica serían innumerables a nivel socioeconómico, ya que solo hay que pensar en la cantidad de empleo que se genera en torno a la pesca, acuicultura y marisqueo (sin entrar en sus consecuencias sobre otros usos recreativos del ecosistema costero como el turismo o la navegación, que también se podrían ver comprometidos en este contexto).
Además, a nivel medioambiental, estaríamos hablando de la degradación de ecosistemas de un gran valor, nuestras rías, tanto desde el punto de vista geomorfológico como de biodiversidad.
-¿En relación a la producción de energía renovable fluvial, existen actualmente alternativas a los embalses y a las centrales hidroeléctricas? ¿Cuáles son las nuevas tendencias en lo referente al aprovechamiento del ciclo del agua para la generación de energía?
-Existen alternativas para la producción de energía hidráulica a pequeña escala, o más focalizadas en el autoabastecimiento de comunidades aisladas o pequeñas infraestructuras (p.ej., las minicentrales), aunque hay que tener en cuenta que la energía hidroeléctrica es un aporte de base para la red eléctrica; es decir, un respaldo del sistema para cuando las renovables tradicionales (solar y eólica), más afectadas por picos de producción y estacionalidad, no están produciendo o no lo hacen a pleno rendimiento, por lo que el tema de los embalses, muy controvertido, no se puede abordar de una manera simplista.
Además, a colación de alguna de las cuestiones anteriores, está su papel en la laminación de avenidas de caudales extremos, cuya probabilidad a futuro es cada vez más elevada por consecuencia del cambio climático.
Otra cuestión sería hablar de su gestión, por ejemplo, sobre las operaciones de vaciamiento y su planificación, o acerca del tratamiento de los sedimentos que se depositan en ellos durante su operación, aspectos cuyos posibles impactos sobre los ecosistemas fluviales y costeros no suelen captar la atención pública necesaria, y sobre los cuáles la investigación científica puede tener bastante que decir.
En lo tocante a estas nuevas tendencias o alternativas para el aprovechamiento energético durante el ciclo de agua, podemos encontrar desde microturbinas adaptadas para la producción de energía hidrocinética en cursos fluviales o estuarios poco profundos (a partir de 1 m de profundidad), hasta el empleo de aguas residuales para la producción de energía orientada al autoabastecimiento de las instalaciones de depuración o a la climatización y refrigeración de edificios. O, a modo más experimental, el uso de agua de lluvia para la producción de energía mediante paneles de contacto sólido-líquido que imitan los paneles solares. En todo caso, gran parte de estas tecnologías se encuentra aún en fase de desarrollo.
-Y para finalizar. ¿Como investigador joven, qué consejo les daría a las nuevas generaciones que quieran comenzar su andanza en el mundo de la investigación científica?
-Que sean pacientes, perseverantes y optimistas, y que, sobre todo, tengan pasión por lo que hacen, ya que no se trata de un camino fácil y las condiciones no son siempre las mejores. Creo que la pasión es un componente fundamental de la investigación científica, pero deben luchar lo máximo posible para que esa pasión se pueda convertir en un modo de vida.
No obstante, a pesar de todo, se trata de un camino muy intenso que les va a aportar muchas satisfacciones y un constante crecimiento personal y que, en última instancia, los va a preparar para los desafíos que puedan afrontar en el futuro.