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Óscar Crespo Pinillos, becario de Obra Social La Caixa: "Deseo que Campus Terra pueda llegar a ser un modelo de integración de una institución universitaria en el medio rural"

Óscar Crespo Pinillos, becario de Obra Social La Caixa: "Deseo que Campus Terra pueda llegar a ser un modelo de integración de una institución universitaria en el medio rural"
Óscar Crespo Pinillos, becario de Obra Social La Caixa: "Deseo que Campus Terra pueda llegar a ser un modelo de integración de una institución universitaria en el medio rural"
Acaba de obtener una de las becas más prestigiosas de las otorgadas en el conjunto del Estado español, la que Obra Social La Caixa concede, cada año, a 120 de nuestros mejores cerebros. Gracias a...
Lugo

Acaba de obtener una de las becas más prestigiosas de las otorgadas en el conjunto del Estado español, la que Obra Social La Caixa concede, cada año, a 120 de nuestros mejores cerebros. Gracias a ella, Óscar Crespo Pinillos, un riojano que se decantó por el Campus de Lugo de la USC para convertirse en ingeniero de Montes, podrá estudiar un máster en la Universidad de Yale. Antes de hacer las maletas, nos cuenta cuáles son sus aspiraciones de futuro y por qué se decantó por la Universidad de Santiago de Compostela para formarse.

 

Campus Terra (C.T.): Óscar, ¿por qué decidiste estudiar Ingeniería de Montes?
​Óscar Crespo (O.C.): Tomé esta decisión en mi infancia, con nueve o diez años la gente quiere ser astronauta o futbolista, pero yo quería ser Ingeniero de Montes​. Obviamente esto tiene un componente familiar: mi abuelo fue guarda forestal durante más de cuarenta años, incluso mi bisabuelo lo fue. Mis padres siempre trabajaron mucho así que pasé mucho tiempo de mi infancia con mis abuelos en el pueblo, donde mi abuelo me explicaba cómo había repoblado hace años aquellas laderas o cómo se había enfrentado a algún alcalde en numerosas ocasiones en la defensa de hayas centenarias, las cuales debían ser respetadas en los aprovechamientos. Mi padre pertenece, a su vez, a la generación de naturalistas herederos de Felix Rodríguez de la Fuente, por lo que he de admitir, que más de una vez me han cambiado los dibujos animados por uno de sus maravillosos documentales. Tampoco es que fuese algo a lo que me opusiera ni mucho menos. Dado que esta afición por la naturaleza se mantuvo, mi elección de estudios permaneció inalterada. Sin embargo, mi afición a viajar me llevó a estudiar los cinco años de carrera en cuatro campus diferentes: Palencia, Joensuu (Finlandia), Lugo y Maine (EEUU).

 

C.T.: ¿Esperabas obtener una beca tan prestigiosa como la de Obra Social La Caixa?
O.C.: En absoluto, cuando conoces al resto de becarios... Sus currículos y expedientes son tan impresionantes que te planteas de veras cómo has podido ser tan afortunado. Hay ingenieros aeronáuticos que quieren especializarse en la investigación en cohetes, neurocirujanos que buscan investigar contra el cáncer en algunos de los mejores centros del mundo, cineastas con destino a Hollywood... Creo que esta beca es un sueño para cada uno de nosotros del cual nos vamos a despertar en cuanto nos toque ponernos a trabajar.

 

C.T.: ¿Cómo ha modificado su obtención tus planes de futuro?
O.C.: Mis planes de futuro no han cambiado demasiado, sin embargo, esta es una oportunidad fantástica para ampliar conocimientos, redes de contactos a nivel internacional y absorber tanto como sea posible. Una oportunidad así le da a uno un valor añadido tanto aquí como en EEUU, donde Yale cuenta con un gran prestigio histórico. ​

 

C.T.: Una vez que finalices tu máster en Yale, ¿qué horizonte profesional te planteas, a qué piensas dedicarte?
O.C.: Sinceramente, me gustaría obtener algo de experiencia en EEUU tanto a nivel académico como profesional y siempre en el campo ambiental, en aspectos relacionados con el conservacionismo visto desde el punto de vista de la gestión sostenible de nuestros recursos naturales. Mi carrera la enfoco siempre desde una perspectiva internacional, bien a nivel empresarial o institucional. La mayor parte de la financiación rural y medioambiental en España proviene de Europa y esas decisiones se toman en Bruselas, los precios de las materias primas del campo se regulan en Chicago, hay fondos de inversión extranjeros con apuestas multimillonarias por proyectos agrícolas y forestales en prácticamente cualquier punto del mundo. Mi primo es agricultor y sabe más de física y mecánica que mis amigos que estudiaron Ingeniería Industrial. La madera se corta aquí, se procesa en China y te la vende una empresa sueca. El mundo y lo rural ha cambiado, yo soy un gran defensor del producto de proximidad, de calidad, el que tiene mimo, cariño, el cual ha de contar con un valor añadido que por desgracia pocas veces se alcanza o no llega al productor. Sin embargo hemos de tener en cuenta, conocer y ser conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor a nivel local, regional, europeo y mundial para poder tomar decisiones al respecto, influir sobre ello, cambiar cosas.

 

C.T.: ¿Tienes pensado emprender algún proyecto en concreto?
O.C.: Me gustaría continuar y ampliar mi implicación en algunas asociaciones con las cuales colaboro actualmente en temas ambientales y del propio sector forestal, así como vincular ciertas ideas con proyectos existentes en Estados Unidos. La principal razón que me motivó a elegir Yale es la posibilidad de estudiar con gente de más de 20 nacionalidades y poder asistir a charlas de representantes políticos, administrativos, investigadores y empresarios provenientes de todo el mundo. Recoger ideas, escuchar, estudiar, trabajar bien la tierra previamente a a la elección de la cosecha y a la venta del fruto.

 

C.T.: ¿Por qué elegiste el Campus de Lugo para formarte?
O.C.: En aquel momento, me permitía continuar con mi plan de estudios al pertenecer a la última promoción anterior a Bolonia. En Finlandia había conocido a ex-alumnos del​ ​campus que me ayudaron a tomar esta decisión. Además los excelentes convenios bilaterales de la USC fueron el detonante ya que yo tenía el objetivo claro de acabar mis estudios con un intercambio académico en Canadá o EEUU, con la Universidad de Maine como destino finalmente. Una vez en Lugo, me encontré con una ciudad cómoda, económica, acogedora, que rezuma historia por los cuatro costados ​y rodeada por maravillas naturales como las montañas de Ancares, O Courel, los Cañones del Sil, la Mariña. Tengo un muy buen recuerdo de mi periodo en Lugo y también del campus, de mis compañeros y profesorado. Recuerdo salir a correr una tarde de otoño en Lugo nada más volver de una beca en Canadá, qué bonitos estaban los "carballos" junto al río Rato y a los pocos minutos continuar mi carrera sobre una muralla romana. Una auténtica maravilla, una suerte, un privilegio.

 

C.T.: ¿Qué opinión te merece que exista un campus como el de Lugo, Campus Terra, especializado en la sostenibilidad económica, social y medioambiental del uso de la tierra?
O.C.: La idea me parece fantástica ya que Lugo está enclavado en una zona perfecta para ello. Eso sí, considero que el objetivo es, a su vez, muy ambicioso y para que esto funcione es necesaria una implicación e interrelación entre la universidad, la ciudad, el entorno y el mundo empresarial. En España existe una gran desvinculación entre la universidad y el mundo empresarial. Espero y deseo que el Campus Terra de Lugo pueda llegar a ser un modelo de integración de una institución universitaria en el medio rural gallego, que no se limite a formar titulados sino a ser eje investigador y herramienta de emprendimiento en una situación tan complicada como la actual.

Los contenidos de esta página se actualizaron el 25.02.2022.